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NUESTRA HISTORIA
SUCESORES DE G. de ANGULO
NUESTRA HISTORIA
Fue Gerónimo de Angulo y Poblaciones el primer Angulo que se avecinda en el marco de Jerez, había nacido en Morón de la Frontera en 1732, donde era poseedor de un antiguo mayorazgo y donde había ejercido diversos cargos en su cabildo tales como, Alguacil Mayor, Regidor y Alcalde por el estado noble. Fue caballero maestrante de Ronda y caso en 1756 en la Parroquia de San Miguel de Jerez de la Frontera con Doña Gerónima Virues de Segovia y Ponce de León, momento desde el cual vive a caballo entre Jerez y Morón.
Es su hijo, Bartolomé de Angulo y Virues de Segovia, el que consideramos como precursor del negocio vitivinícola en la familia, había nacido en Morón de la frontera en 1757, fue como su padre, maestrante de Ronda, y aunque no fue el primer Angulo que vive en Jerez, si fue el primero en tener relación con el mundo del vino, manteniendo bodegas en su casa de la plaza de San Marcos al menos desde 1780, año en que se casa en la colegial del Salvador con Ana Dávila y Guzmán, hija de los Marqueses de Villamarta.
Su hijo Gerónimo de Angulo y Dávila, que nace en Jerez de la frontera en 1782, fue Capitán de caballería en la guerra de la independencia y secretario de su Consejo de Guerra, maestrante de Ronda, diputado a cortes por Cádiz en 1836 y alcalde de Jerez. Aparte de militar y político fue agricultor, ganadero y primer bodeguero como tal de la familia. En cuanto a vinos se refiere hereda de su padre 4500 arrobas de vino y 200 botas de 30 arrobas “de madera de Hamburgo” además de una viña de 40 aranzadas con lagar y las bodegas de la plaza de San Marcos situadas en su propia casa. Se casa con Rosario Nuñez de Villavicencio y Angulo, en cuya dote entran las importantes soleras de la Casa Villavicencio, que une a las propias, mantiene y acrecienta hasta 1861 en sus bodegas de San Marcos, Muladar de Santiago, Convento de Santo Domingo y en las habidas en sus viñas de Cuartillos y Espartinas (testamento de G. de Angulo y Dávila 18 de agosto de 1854).
Ya viudo, en 1838 casa en segundas nupcias con la Irlandesa Doña Carolina Amelia Cormack y Bond, que junto a sus hijos heredaran gran parte de los vinos, bodegas y viñas que formaban parte de su patrimonio vitivinícola.
Muere el 1 de octubre de 1862, pasando su legado bodeguero en Jerez a su hija Ines de Angulo y Nuñez de Villavicencio, apareciendo ya desde esta fecha en la estadística de extractores a nombre de su marido José Paul y Pasquín.
Fue ganadero de bravo con divisa lila y plata, tradición que heredó de su bisabuelo Bartolomé Ignacio de Angulo y Topete (Morón de la Frontera 1706), cuyo hierro, también usado en su ganado caballar, que pastaba en sus dehesas de los Garciagos y Las Pitas, se ha venido reproduciendo en las etiquetas de los vinos de sus descendientes hasta nuestros días, constituyendo el símbolo distintivo de la mayoría de sus marcas.
Uno de sus hijos, Gerónimo de Angulo y Cormack, que nace en Jerez de la frontera en 1841, es el primer Angulo que se avecinda en Sanlúcar de Barrameda, donde casa en 1867 con Carmen Martinez de Otaolaurruchi, hija del abogado e importante bodeguero Juan Martinez y Gutiérrez y de Dolores Otaolaurruchi Ruiz de Castañeda, también bodeguera. vivió en una antigua casa en la calle Santo domingo 1 (hoy desaparecida), donde se criaban y envejecían vinos de las viejas botas procedentes de la herencia de su padre.
Es a la muerte de su suegro, Juan Martinez, cuando dándole continuidad al negocio Bodeguero de este, aparece la denominación “Herederos de Juan Martinez y Gutiérrez”, momento en que se etiquetan gran variedad de vinos tanto bajo esta denominación como bajo la de “Gerónimo de Angulo”.
No es hasta 1891 cuando aparece la marca comercial MANZANILLA MINUTO, en homenaje al torero Enrique Vargas Gonzalez, Minuto (1870-1930). Claro ejemplo de su afición a los Toros, no en vano conserva la ganadería de bravo legada por su padre hasta al menos 1880.
A la muerte de Gerónimo de Angulo Cormack en 1891, es su hijo, Gerónimo de Angulo Martinez nacido en Sanlúcar de Barrameda en 1871, quien se hace cargo del negocio bodeguero embotellando los vinos tanto con las marcas de su padre como de su abuelo materno. Traslada las viejas soleras de la calle Santo Domingo a su casa de la Calle Caridad número 4 donde había una antigua y amplia bodega donde se criaba manzanilla y cuya puerta estaba contigua a la principal de la casona, dando a la calle caridad y otra al patio de la propia casa, tenía lagar y un antiguo alambique (esta bodega, casa, familia y ambiente de la época se describen a la perfección en la novela “A la hora del crepúsculo” de J.L.Aquaroni publicada en 1973)
De forma paralela a partir de 1906 Gerónimo de Angulo Martinez participa en la sociedad bodeguera de su cuñado el industrial Enrique Moreno, casado con su hermana Dolores, poseedor de los cascos bodegueros de Los Molinillos en el Barrio Alto y la magnífica bodega San José (hoy desaparecida) en el bajo, donde se criaba LA MANZANILLA LA CELADA (1910), que pasaría a ser la primera marca comercial de la casa , cuando a la muerte de Enrique Moreno sin descendencia, Gerónimo asume la gerencia y control de la compañía, con la denominación “Sucesores de Enrique Moreno”, con gran éxito comercial.
En esta época es igualmente participe y apoderado general del importante negocio vinatero del bodeguero y ganadero de bravo Carlos de Otaolaurruchi Munilla, hermano de su mujer, Carmen, con la que había casado en 1902, fruto de esta unión nace Gerónimo de Angulo Otaolaurruchi en 1903, que además de otros negocios, desde muy joven se une al negocio del vino, casa en 1940 con Cecilia de Bustillo Delgado, nieta del bodeguero José Delgado y Zuleta, sociedad de la que pasa a ser consejero. Vendida la Bodega de “Sucesores de Enrique Moreno” continúa manteniendo la Bodega de la casa familiar de la Calle Caridad donde además de crianza y envejecimiento de vinos, le da uso al viejo alambique que existía y comienza a destilar licores y Ginebras, bajo el nombre comercial “Fabrica de Aguardientes compuestos Gerónimo de Angulo” transformándose parte de la bodega en una destilería de ginebras y otros espirituosos. Destacaron las marcas comerciales Ginebra marinera, Ginebra Angulo y el Coñac Corsario, confeccionando también un ponche con la misma marca comercial.
Es en uno de sus nietos, hijo de Rafael de Angulo Bustillo (Delgado Zuleta) y de Rocío Hidalgo de Argüeso (Bodegas Hidalgo-La Gitana y Manuel de Argüeso SA) en el que surge la idea de refundar junto con su esposa esta casa bodeguera y recuperar sus marcas, emprendiendo un proyecto bodeguero distinto de los que mantiene su familia. Actualmente el matrimonio formado por Maria Cuquerella Rivas y Gerónimo de Angulo Hidalgo, que vienen conservando antiguas soleras en su casa de la calle Fariñas, ponen en marcha juntos la Sociedad AC WINES & SPIRITS SL, “Sucesores de G. de Angulo”, criando y envejeciendo las más selectas manzanillas y vinos generosos en su bodega SAN JUAN de 1855, situada en pleno centro de Sanlúcar, al pié de la barranca, entre las calles Fariñas y Siete revueltas, emplazamiento sin parangón para la crianza de las manzanillas.
En 2023, las viejas marcas de la casa, recuperadas y registradas de nuevo, vuelven a lucir en las etiquetas de nuestros vinos.